GESTIONAR EL RENCOR en 2020
8 PASOS Saludables para empezar
a vivir mejor y alcanzar el éxito
Para empezar a gestionar el rencor,
lo mejor es analizar de la forma más objetiva posible el origen de ese sentimiento.
➖Para ello, podemos buscar una explicación bien fundamentada con la investigación que nos lleve a averiguar cuáles son las características de esa persona al nacer; así podremos entender qué le ha llevado a hacernos daño, además de averiguar las nuestras que también han sido propicias para que nos hagan daño➖
Darle más y más vueltas al problema no sirve para nada, excepto para hacer que aumente ese sentimiento de odio interno, lo que irá en contra de nuestra capacidad para gestionar el rencor. Ante esto, lo mejor es tratar de entender que todos al nacer traemos condiciones positivas para aprovechar, y negativas para aprender a través de ellas y que podemos corregir tomando conciencia.
Este puede ser uno de los puntos más importantes ya que perdonar a menudo no es una tarea sencilla.
Conocer cuáles son esas condiciones negativas de la persona que nos ha lastimado, es el primer paso para perdonar porque todos actuamos bajo las condiciones con las que nacemos y no hemos elegido.
Por ello, una buena opción es estimular el recuerdo de hechos o circunstancias que motiven este perdón, sobre todo si esa persona tiene muchas virtudes con las que también ha nacido.
De esta manera, podremos gestionar el rencor que sentimos de una manera más objetiva, pudiendo ver la situación con más perspectiva y valorando tanto las cosas malas como las buenas.
Este paso es un buen complemento del anterior, de modo que, una vez que hayamos analizado los aspectos positivos y negativos de nuestra relación con quien nos haya causado el problema, podremos sacar conclusiones sobre el valor que tiene esa relación. Así podremos darnos cuenta de si merece o no la pena ir un paso más allá del perdón e intentar recuperar un diálogo constructivo con esa persona.
A la hora de gestionar el rencor, es importante no guardarse el problema. Hablarlo con alguien puede darnos otro punto de vista de la situación o aportarnos ideas en las que no habíamos pensado; y sobre todo aclarar nuestra responsabilidad en el conflicto en cuestión.
Dejarse llevar por los sentimientos va totalmente en contra de una buena gestión de la situación. Por ello y por muy duro que sea, lo más recomendable es esperar a analizar el problema con perspectiva en lugar de comenzar una discusión acalorada. Siempre es útil tomar distancia para actuar con calma y la cabeza fría. Recordar que todos traemos condiciones negativas para corregir o aprender de ellas.
Nuestro cerebro posee un mecanismo de supervivencia que nos ayuda a olvidar aquello que nos ha causado dolor. Por supuesto, no se trata de una solución porque podríamos caer en repetir errores, pero puede servirnos para gestionar el rencor de una manera más saludable.
Si una persona nos ha hecho daño de alguna manera, lo mejor es no mantenernos siempre alerta por si vuelve a ocurrir, sino tratar de convencernos de que se puede tratar de un hecho que necesita ser hablado y consensuado; porque las personas al no ser conscientes de su condición puede volver a hacernos daño en el futuro.
Si estamos ante un problema sin solución o que nos lleva constantemente a una situación de estrés, lo mejor es tomar distancia.
➖Este puede ser un buen consejo para cuando nos sorprendió la desidia de alguien en quien confiábamos profundamente➖
El espacio y el tiempo nos permitirán investigar con objetividad y ayudarán a ver las cosas con más claridad para ir dejando de lado el rencor y transformarlo en compasión.
➖ Silvia de Salterain - Cosmobióloga
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