INGENIERIA DE LA MENTE HUMANA
Por Silvia Arguello
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Información sobre peligro, información macabra, insólita, ¿por qué nos atrae?
A diario estamos sometidos a gran cantidad de estímulos sensoriales que nos facilitan información.
No podemos prestar atención a todos, sería imposible. Nuestro cerebro tiene un sistema de filtrado de la información.
En este proceso de filtrado el contenido emocional de la información es importante.
La información que nos motiva, la información que nos resulta relevante sobre peligros, temas macabros, insólitos, sorprendentes nos atrae más, y nos permite un mejor recuerdo de datos que nos pueden ser útil en situaciones similares.
No es porque los seres humanos seamos macabros sino porque la información que recibimos tienen una función importante, ayudarnos a sobrevivir.
Así procesamos información que nos aporta datos relevantes y obviamos aquellos datos que pensamos menos relevantes para nuestra supervivencia.
El 21 de diciembre de 2012 algo cambiara, y cambiara para bien, de forma brusca, violenta, como los tiempos actuales, el tiempo que faltan tendrá la característica de que irá creciendo en violencia, el descontrol, el cambio climático y el deseo del poder total por el Nuevo Orden Mundial.
Modificando lo que sentimos, ¿podemos alterar sucesos que no se han producido o experimentarlos de forma diferente?
La afirmación o negación puede tener consecuencias con respecto a los acontecimientos que se prevén para 2012.
Existen diversas investigaciones que demuestran que la conciencia afecta directamente en nuestro mundo.
En 1909, el físico británico Geoffrey Ingram Taylor diseñó el famoso experimento de la doble ranura y revolucionó nuestro modo de vernos a nosotros mismos en el universo.
La esencia de su experimento era que la mera presencia de la conciencia en una habitación, es decir, la presencia de gente, afecta a la conducta de las partículas cuánticas, a la sustancia de la que está compuesto nuestro mundo.
En febrero de 1998 el Instituto de Ciencia Weizmann de Israel no sólo confirmó que nuestro mundo queda afectado por la mera observación, también descubrieron que "cuánto mayor es la cantidad de observación, tanto mayor es la influencia del observador en lo que está ocurriendo".
Estos estudios de física cuántica y el propio calendario Maya nos están diciendo el poder que podemos desplegar en el universo.
Según el escritor Gregg Braden, nuestro mundo, nuestras vidas y nuestros cuerpos son el resultado cuántico de nuestras creencias, de nuestros juicios, de nuestro amor y de nuestros miedos.
Las teorías que describen que nuestras creencias influyen en nuestra realidad, deben servir para cambiar cómo nos vemos a nosotros mismos.
En 1957, Hugh Everett, físico de la Universidad de Princeton, avanzó en esta línea y creó una teoría que describe cómo nuestra conciencia crea la realidad.
Everett describió momentos simples de tiempo en los que es posible "saltar" de una realidad a otra creando un puente cuántico entre dos posibilidades preexistentes.
Él los llamó "puntos de elección", y los describió como esas ocasiones en que las condiciones permiten emprender un camino de experiencia y después modificar el resultado de dicha experiencia cambiando la orientación de nuestra conciencia, es decir, nuestras creencias.
Desde esta perpectiva, 2012 parece representar un gran punto de elección cósmico, un tiempo que nos permite elegir una nueva manera de vernos a nosotros mismos en el universo y una nueva manera de ser.
Ningún calendario, ninguna profecía, nos asegura, sin término de duda, que el mundo acabará en el 2012, lo que sí dicen es que el mundo que hemos conocido entrará en un período de cambio en esa fecha.
Nuestra manera de responder a ese cambio definirá cómo lo experimentaremos y cómo será nuestra vida en la próxima era.
Para cambiar nuestro modo de vida debemos cambiar nuestras creencias.
Quizás lo que nos permita el 2012 es que nos planteemos nuestro lugar en el universo.
¿Seremos capaces de aprovechar esta oportunidad que tardará en presentarse otros 26.000 años?
ESTE ES UN TEMA PARA CAMBIAR
Y LA FORMA DE HACERLO ES...
NO TENIENDO MIEDO
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