ASTROLOGÍA CONSULTA



domingo, 26 de agosto de 2012

OVNIS 2012 DOS PRESIDENTES QUE DESAFIARON AL CARTEL BANCARIO

Dos Presidentes que desafiaron a los Rothschild


El presidente Lincoln se atrevió a hacer que los Estados Unidos emitiera sus propios billetes, respaldados con la buena fe del gobierno, y omitiendo los bancos centrales, evitando así el pago de intereses a los mismos. Por este acto patriótico y otros actos de los cuales hablaremos en otros post, fue asesinado por John Wilkes Booth, un agente de Rothschild y asesino a sueldo, que fue luego enviado a Inglaterra donde vivió su vida cómodamente con una pensión suministrada por los banqueros Rothschild.
Los billetes fueron inmediatamente detenidos y coleccionados, y rescatados a un precio ridículamente bajo fijado por los bancos centrales. Un punto conviene recordar: El banco Rothschild financió a la facción Norte y la sucursal parisina del mismo banco financió la facción del Sur, lo cual es la verdadera razón por la cual se encendió la guerra civil y se le permitió seguir su largo curso sangriento.
Mientras más americanos morían, más dinero hacían los banqueros Rothschild.
En nuestros días este control de emisión de nuestra moneda está en las ilegales manos de la Reserva Federal, llamada la Reserva Federal, y el principal propietario de las acciones de “clase A” de “la Fed” es – usted adivínelo - la familia Rothschild.
John Kennedy, el otro presidente lo suficientemente valiente como para oponerse a los barones de la banca, cuyo valor se encuentra ahora en los trillones de dólares.
Este primer presidente católico de nuestro país gozaba de una popularidad de profundas raíces – un carisma que no disfrutan la mayoría de los presidentes. El gobierno de Kennedy estaba tan seguro de que contaba con el apoyo de la mayoría de los votantes que ignoraba al lobby judío al saber los hermanos Kennedy (John y Robert, su Fiscal General) que no era necesario contar con el respaldo completo de cada judío en los Estados Unidos
El presidente Kennedy se comprometió a lo que era el mejor para Estados Unidos y no le importaba cómo sentían los codiciosos banqueros de la Fed. John Kennedy, al igual que Lincoln en 1860, se atrevió a hacer que el Tesoro de los Estados Unidos Tesoro emitiera dólares estadounidenses y no billetes de la Reserva Federal, y los puso en circulación sin pagar intereses a ningún banquero, justo como se contempla en la Constitución de Estados Unidos.
Esto alarmó a los propietarios de la Reserva Federal como un temblor de cincuenta grados en la escala de Richter. Esto debía cesar de inmediato. Los banqueros de la Fed se encontraron frente a una situación intolerable, una que les desafiaba y, al mismo tiempo por la cual no podían quejarse sin dejar salir al gato de la bolsa. Cualquier denuncia por parte de la Fed los pondría en una luz muy mala. El público pronto sería consciente de la gigantesca estafa con la que la Fed había llegado tan lejos desde 1913.
Este fraude permitía a la Reserva Federal evitar todos los impuestos sobre la renta e incluso las auditorías.
Su respuesta fue evidente en el Dealey Plaza en Dallas”donde fué asesinado.
La mayoría de los estadounidenses, incluso los profesionales universitarios, no saben prácticamente nada acerca de nuestro sistema monetario. Se sorprenderían de saber que el Tesoro de los Estados Unidos hace 22 ½ centavos por cada moneda de veinticinco centavos que acuña, ya que sólo cuesta 2 centavos y medio acuñar esta moneda. Beneficios similares son obtenidos en cada otra moneda (con la posible excepción de la moneda de un centavo), simplemente porque los Estados Unidos, cuando acuña monedas, simplemente está siguiendo su responsabilidad constitucional – únicamente el gobierno tiene el derecho de imprimir o acuñar nuestro dinero. Este derecho ya no se puede delegar más que el derecho a declarar la guerra o recaudar impuestos. 
Si es así como se pensó que funcionaría la Constitución, ¿por qué entonces permitimos que un grupo privado de banqueros extranjeros emitan nuestra moneda (que crean de la nada) y luego la “prestan a los Estados Unidos a un interés perpetuo, un interés que no puede ser extinguido?
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1 comentario:

Gastón Adonay dijo...

Somos esclavos de una ilusión y es lo que dice esta historia:

La deuda de la prostituta.

Es agosto, en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada; cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta. Hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos.

Por fortuna, llega un millonario, forrado de dinero y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 euros en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones. El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos. Al momento éste sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales. El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito. La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel. En este momento baja el millonario, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va. Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!!!

Así es que todo es un absurdo, el dinero es algo que inventaron para hacer creer a las personas que con eso se podía vivir.
Saludos